Y con este sol intenso ¿ cómo me protejo de los rayos ultravioletas ?

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Las personas que se exponen demasiado a los rayos ultravioleta (UV) tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de piel.

La luz solar es la fuente principal de rayos UV, pero usted no tiene que evitar completamente la luz solar. Además, no sería una buena idea permanecer en el interior si esto le impide estar activo, ya que la actividad física es importante para una buena salud. Sin embargo, recibir demasiada luz solar puede ser perjudicial. Existen algunas medidas que puede tomar para limitar su exposición a los rayos UV.

Algunas personas sólo piensan sobre la protección solar cuando pasan un día en el lago, la playa o la piscina (alberca). Sin embargo, la exposición solar se acumula día a día, y ocurre cada vez que está bajo el sol.

Simplemente mantenerse en la sombra es una de las mejores maneras de limitar la exposición a la radiación ultravioleta. Si va a pasar tiempo al aire libre, “¡Póngase, úntese, colóquese y use!” es una frase popular que puede ayudar a recordar algunos de los pasos clave que puede tomar para protegerse contra los rayos UV:

  1. ¡Póngase una camisa!
  2. ¡Úntese bloqueador solar!
  3. ¡Colóquese un sombrero!
  4. ¡Use lentes de sol para proteger los ojos y la piel alrededor de éstos!
  5. Busque la sombra

Una manera obvia, pero muy importante de limitar la exposición a la luz ultravioleta es evitar estar afuera bajo la luz solar directa por un período prolongado. Esto resulta particularmente importante entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m., cuando la luz ultravioleta es la más intensa. Si no está seguro de la intensidad de los rayos del sol, haga la prueba de la sombra: si la sombra es más pequeña que usted, los rayos solares son los más intensos, y es importante que se proteja.

Los rayos UV alcanzan el suelo todo el año, incluso en los días nublados o con poco sol, aunque la intensidad de los rayos UV puede cambiar según la época del año y otros factores. Los rayos UV se tornan más intensos en la primavera, incluso antes de la llegada de las temperaturas más cálidas. Puede que la gente en algunas regiones se queme por el sol cuando el clima aún es frío, debido a que no consideran protegerse si no está caluroso en el exterior. Tenga especial cuidado cuando se encuentre en la playa o en áreas donde hay nieve, ya que la arena, el agua y la nieve reflejan la luz solar, lo que aumenta la cantidad de radiación UV que recibe. Los rayos UV también pueden atravesar la superficie del agua de manera que usted aún se puede quemar incluso si se encuentra en el agua y siente fresco.

Algunos rayos UV también pueden traspasar las ventanas. Los cristales típicos de las ventanas de los automóviles, las casas y las oficinas bloquean la mayor cantidad de rayos UVB, más no una cantidad más reducida de rayos UVA.  Por lo tanto, aun cuando usted no siente que se está quemando, su piel pudiera estar sufriendo cierto daño. Los cristales polarizados ayudan a bloquear más rayos UVA, aunque esto depende del tipo de tinte usado en el cristal. (Si usted tiene los cristales de las ventanas del automóvil polarizados, revise las leyes locales, ya que algunos estados tienen regulaciones). La radiación UV que llega a través de los cristales de las ventanas probablemente no represente un gran riesgo para la mayoría de las personas, a menos que pasen mucho tiempo cerca de una ventana expuesta directamente a la luz solar.

Si planea pasar tiempo al aire libre, quizá usted quiera averiguar cuál es el Índice de UV en su área. Por lo general, este dato se puede encontrar en los pronósticos meteorológicos del periódico local, televisión, radio y en línea. Además, está disponible en el sitio web de la EPA en www.epa.gov/sunwise/uv-index-1 y en muchas aplicaciones de teléfonos inteligentes (vea www.epa.gov/enviro/uv-index-mobile-app).

Proteja su piel con ropa
Cuando se encuentre al aire libre, use ropa que cubra su piel. La ropa provee diferentes niveles de protección contra los rayos ultravioleta. Por otro lado, las camisas de manga larga, los pantalones largos y las faldas largas cubren la mayor parte de la piel y ofrecen la máxima protección. Los colores oscuros generalmente proveen más protección que los colores claros. Las telas con un tejido más tupido ofrecen una mejor protección que las telas con un tejido más suelto. Asimismo, la ropa seca generalmente protege mejor que la ropa mojada.

Tenga presente que cubrirse no bloquea todos los rayos ultravioleta. Si usted puede ver la luz a través de la tela, los rayos ultravioleta también pueden traspasarla.

Muchas compañías actualmente hacen prendas de vestir ligeras y cómodas, mientras que protegen contra la exposición UV incluso al estar mojadas. Estas telas tienden a ser de un tejido más estrecho, y algunas cuentan con un recubrimiento especial que ayuda a absorber los rayos UV. Esta ropa con protección solar puede tener una etiqueta que indica el valor del factor de protección a la radiación ultravioleta (UPF), el nivel de protección que provee la prenda de ropa contra los rayos ultravioleta del sol (en una escala del 15 al 50+). Mientras más alto es el UPF, mayor es la protección contra los rayos ultravioleta.

Algunos productos más nuevos que son usados como detergentes para máquinas de lavar, pueden aumentar el valor UPF de la ropa que usted posee. Éstos añaden una capa de protección UV a su ropa sin que se altere su color o textura. Esto puede ser útil, pero no está exactamente claro cuánto contribuye a protegerle de los rayos UV.  Por lo tanto, aún es importante seguir los otros pasos que se presentan en este artículo.

Úntese bloqueador solar
Un bloqueador solar es un producto que usted aplica a su piel para ofrecer protección contra los rayos UV. Sin embargo, resulta importante saber que el bloqueador solar es solo un filtro que no bloquea a todos los rayos UV. Un bloqueador solar no debe usarse como una forma de prolongar el tiempo que pasa exponiéndose a la luz del sol. Incluso cuando se usa el bloqueador adecuado, algunos rayos UV aún penetran. Debido a esto, el protector solar no debe considerarse como su primera línea de defensa. Considere el protector solar como parte de su plan de protección del cáncer de piel, sobre todo si no dispone de sombra y ropa protectora como sus primeras opciones.

Los bloqueadores solares están disponibles en muchas formas (lociones, cremas, ungüentos, geles, aerosoles, toallitas y bálsamos labiales, por nombrar algunos).

Algunos productos cosméticos, tales como las cremas humectantes, los lápices labiales y las bases de maquillaje, son considerados productos de protección solar si contienen un bloqueador. Ciertos productos cosméticos contienen bloqueador solar, aunque usted debe verificar la información en la etiqueta (maquillaje incluyendo los lápices labiales que no indiquen tener bloqueador solar, no provee protección contra el sol).

Lea las etiquetas
Cuando seleccione un bloqueador solar, asegúrese de leer la etiqueta. Se recomienda el uso de productos con protección de espectro amplio (contra los rayos UVA y UVB) y con un factor de protección solar (SPF) con valor de 30 o superior.

Factor de protección solar (SPF): el número del factor de protección solar es el nivel de protección que el bloqueador solar provee contra los rayos UVB, los cuales son la causa principal de quemaduras solares. Un mayor número de SPF significa más protección contra los rayos UVB (aunque no indica nada sobre la protección contra los rayos UVA) Por ejemplo, cuando se aplica correctamente un bloqueador con SPF de 30, usted obtiene el equivalente de un minuto de rayos UVB por cada 30 minutos que pasa bajo el sol. Por lo tanto, una hora en el sol con bloqueador solar SPF de 30 es lo mismo que pasar dos minutos totalmente desprotegidos del sol. Las personas a menudo no se aplican suficiente protector solar, por lo que en realidad reciben menos protección.

Los bloqueadores solares identificados con factores de protección solar (SPF) de hasta 100 o más están disponibles en el mercado. Los números mayores significan más protección, pero muchas personas no entienden la escala de SPF. Los bloqueares con un SPF de 15 filtran aproximadamente 93% de los rayos UVB, mientras que los bloqueadores con un SPF de 30 filtran alrededor de 97%. Asimismo, los bloqueadores con un SPF de 50 filtran alrededor de 98% y los bloqueadores con un SPF de 100 aproximadamente 99%. Mientras más alto sea el número, menor es la diferencia. No hay un bloqueador solar que ofrezca protección total.

Los bloqueadores solares con un SPF menor de 15 ahora tienen que incluir una advertencia en la etiqueta indicando que el producto ha demostrado que solo ayuda a prevenir quemaduras solares, no cáncer de piel ni envejecimiento prematuro de la piel.

Protector solar de amplio espectro: los productos con bloqueador solar solo pueden llevar en la etiqueta “broad-spectrum” si se les ha hecho pruebas y demuestran que protegen contra los rayos UVA y los rayos UVB. Algunos de los químicos en los bloqueados que ayudan a proteger contra los rayos UVA incluyen   avobenzona (Parsol 1789), ecamsule, óxido de zinc y dióxido de titanio.

Solo los productos con bloqueador solar de amplio espectro con un SPF de 15 o más pueden afirmar que pueden ayudar a proteger contra el cáncer de piel y el envejecimiento prematuro de la piel si se usan según las instrucciones y con otras medidas de protección contra el sol.

Protector solar resistente al agua: a los bloqueadores solares ya no se les permite indicar en la etiqueta que son “resistentes al agua” o “resistentes al sudor” porque estos términos pueden conducir al engaño. Los bloqueadores pueden afirmar que son “resistentes al agua”, pero tienen que indicar si protegen la piel durante 40 o 80 minutos de estar nadando o sudando, basándose en estudios.

Fechas de vencimiento: verifique la fecha de vencimiento del bloqueador solar para asegurarse que todavía está vigente. La mayoría de los productos contra el sol tiene una vigencia de por lo menos 2 a 3 años, aunque puede que requiera agitar el envase para asegurar la mezcla de los ingredientes. Los protectores solares que han sido expuestos a calor por períodos largos, como los que son guardados en un compartimiento o maletero de un vehículo durante el verano, podrían ser menos eficaces.

Asegúrese de aplicarse el bloqueador correctamente
Siempre siga las instrucciones que aparecen en la etiqueta. La mayoría de los productos recomienda aplicar una cantidad generosa. Cuando lo aplique, preste mucha atención a su cara, orejas, cuello, brazos, y cualquier otra área del cuerpo que no esté cubierta por la ropa. Si va a usar repelente contra insectos o maquillaje, aplique primero el bloqueador solar.

Idealmente, se debe usar alrededor de una onza (alrededor de 30 gramos o aproximadamente la medida de un vaso pequeño o lo suficiente para llenar la palma de la mano) para cubrir los brazos, las piernas, el cuello y la cara de un adulto promedio. Los bloqueadores solares deben reaplicarse al menos cada dos horas para mantener la protección. Los bloqueadores solares pueden perder eficacia cuando usted suda o nada y luego los remueve con una toalla.  Por lo tanto, los protectores tienen que volverse a aplicar con más frecuencia.  Y no hay que olvidar los labios; también existen bálsamos labiales con protección solar.

Algunas personas podrían pensar que si utilizan un protector solar con un SPF muy alto, no tienen que ser tan cuidadosas acerca de cómo usarlo, pero esto no es cierto. Si usted decide utilizar un protector solar con un SPF muy alto, tenga en cuenta que esto no significa que puede permanecer al sol más tiempo, usar menos protector solar o aplicarlo con menos frecuencia. Asegúrese siempre de leer la etiqueta.

Algunos productos con bloqueador solar pueden irritar la piel. Muchos productos afirman ser hipoalergénicos o que han sido sometidos a pruebas dermatológicas, pero la única forma de saber si un producto irritará su piel es probándolo. Una recomendación común es aplicar una pequeña cantidad en la piel del brazo en donde éste se flexiona (la piel en la parte opuesta al codo) por 3 días consecutivos. Si su piel no se enrojece ni presenta sensibilidad o picazón, el producto puede que sea adecuado para usted.

Colóquese un sombrero
Un sombrero que tenga un ala a su alrededor de por lo menos 2 a 3 pulgadas es ideal ya que protege las áreas que a menudo están expuestas a los intensos rayos del sol, tal como las orejas, los ojos, la frente, la nariz y el cuero cabelludo. Un lado inferior oscuro no reflectante en el ala del sombrero también puede ayudar a reducir la cantidad de rayos UV que llegan a la cara y que provienen de superficies brillantes, como el agua. También es recomendable una gorra con sombra (una gorra similar a una gorra de béisbol que incluye una tela de aproximadamente 7 pulgadas o 15 centímetros que cuelga a los costados y detrás de la nuca) que proveerá más protección al cuello. Por lo general se pueden encontrar en las tiendas de artículos deportivos y de actividades al aire libre. Si usted no tiene una gorra con sombra (u otro sombrero apropiado), puede crear una al ponerse un pañuelo o turbante grande debajo de una gorra de béisbol.

Una gorra de béisbol protege la parte delantera y trasera de la cabeza, pero no el cuello o las orejas, donde comúnmente se originan los cánceres de piel. Los sombreros de mimbre no ofrecen la protección que se obtiene con los que están hechos de tela con tejido estrecho.