“En uno de los ojos de la Virgen se ha descubierto, no hace muchos años atrás, que hay una familia presente. Con eso -explicó el Arzobispo- la Virgen nos está diciendo que la familia es una institución que tenemos que defender, proteger y promover”.
En efecto, el doctor José Aste Tönsmann, que estudia desde 1979 los ojos de la Virgen de Guadalupe, y que ha dictado diversas conferencias en Europa y América, ha analizado la presencia de 13 personajes, de los cuales 7 representan a un grupo familiar indígena.
En esta familia se puede ver a una madre con un hijo pequeño en la espalda, el padre, dos hijos más, el abuelo y la abuela. Esta escena, “al estar en el centro de la mirada de la Virgen, es la más importante. Lo curioso es que, al enfocar los personales de la familia, como si se observaran desde el otro ojo, todos giran, menos la madre”, dijo Tönsmann.
El investigador resaltó que en esta familia “la madre es el centro, es el eje de la familia, ya que todas las personas necesitan a una madre que les brinde protección y cariño”. El padre, por su parte, “da soporte a la madre y unidad a la familia: cuando el padre se acerca a la madre los hijos se juntan”.
Para el científico peruano, “el nuevo mensaje relativo a la familia que aparece en el iris de los ojos de la Virgen ha estado oculto por 500 años y aparece justo ahora cuando hace falta revalorar el papel de la familia y reconocer su impacto en el desarrollo de quienes la conforman y en la sociedad”, señala el sitio web de la Universidad de Piura (UDEP).
Sobre el mensaje a favor de la vida, Mons. Eguren dijo a ACI Prensa que “en el manto de la Virgen de Guadalupe, entre todas las flores que lo adornan, hay una sola de cuatro pétalos que está sobre su vientre y que simboliza a la divinidad”.
“Sabemos muy bien que la Guadalupana es una Virgen que está embarazada, que está esperando nada menos que al Hijo de Dios. Por lo tanto, el manto de Guadalupe también tiene un mensaje provida”, agregó.
La Virgen de Guadalupe es además “la Emperatriz de América. Bajo su guía es que nos viene todo el proceso evangelizador de nuestro continente”.
El Arzobispo explicó que la idea del congreso surgió de la constante preocupación de San Juan Pablo II por la familia; inquietud que también comparten Benedicto XVI y el Papa Francisco, que insiste “en la necesidad de fortalecer justamente la pastoral familiar”.
El evento se realizará en el Coliseo del Colegio Don Bosco y espera recibir a unas cinco mil personas. Está dirigido a “sacerdotes, consagrados, consagradas, profesores, sobre todo de educación católicas, a los catequistas, responsables de movimientos eclesiales y grupos parroquiales, hermandades y cofradías, estudiantes y a todos aquellos que quieran participar”.